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Manual práctico de uso de la Inteligencia Artificial y sus aplicaciones en los distintos sectores de consumo

3.1. La IA como palanca de crecimiento y productividad

por | Nov 27, 2025

CAPÍTULO 3. IMPACTO MACROECONÓMICO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

La inteligencia artificial no solo transforma la manera en que trabajamos o nos comunicamos, sino también la estructura misma de la economía. En pocos años, se ha convertido en una palanca de productividad, innovación y competitividad comparable a la llegada de Internet o la electrificación industrial.

En España, este impacto ya se siente: en los bancos que predicen riesgos, las fábricas que no se detienen, los hospitales que anticipan diagnósticos y las ciudades que se vuelven más inteligentes.

3.1. La IA como palanca de crecimiento y productividad

La inteligencia artificial está llamada a ser uno de los motores de crecimiento económico más potentes de las próximas décadas. Según estimaciones de PwC, el PIB mundial podría aumentar hasta un 14 % adicional en 2030 gracias a la IA. En el caso de España, se calcula un impacto potencial de más de 15.000 millones de euros anuales, impulsado principalmente por la automatización inteligente y la mejora de procesos.

La clave no está solo en la sustitución de tareas humanas, sino en la optimización del tiempo y los recursos. Por ejemplo:

  • En el sector energético, los modelos predictivos de Repsol o Iberdrola permiten ajustar el consumo y reducir costes operativos.
  • En la agricultura, los algoritmos de Hispatec ayudan a prever cosechas y minimizar desperdicios.
  • En la banca, entidades como BBVA o Santander aplican IA para detectar fraudes y personalizar ofertas en tiempo real.

La productividad aumenta cuando la IA se integra en los procesos de decisión. Esto no significa menos empleo, sino empleo distinto: tareas repetitivas son asumidas por sistemas automáticos, mientras que las personas se concentran en análisis, creatividad o atención personalizada.

En este nuevo escenario, las habilidades digitales se vuelven tan esenciales como leer o escribir. Las empresas que forman a sus trabajadores en competencias tecnológicas obtienen un retorno visible en eficiencia y competitividad.

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